De un tiempo a esta parte tengo una preocupación creciente sobre un tema candente, el arbitraje. Voy a intentar ser respetuoso a la par de sincero, no en vano yo he sido del gremio y mantengo amistades en el entorno arbitral.
Por un lado, mi mayor preocupación es en el minibasket. Los árbitros de Madrid que pitan estas categorías, definitivamente, no están preparados.
Hemos crecido demasiado, quizá, a un ritmo increíblemente alto en número de equipos y participantes. Se obliga a los entrenadores a formarse mediante cursos interminables y en muchos casos de dudosa necesidad, poco atractivos y con contenidos un tanto ridículos (por experiencia lo digo) Cada vez tenemos mayores posibilidades de acceso a información, más baloncesto en la tele, revistas, etc. Es decir, un boom baloncestístico de inimaginables dimensiones hace diez años.
Sin embargo, nuestros inseparables compañeros de viaje, por necesarios, digo, los árbitros en categorías de formación, no tienen todas esas posibilidades. Ellos no tienen cursos interminables, con horas de todo tipo, no tienen un Director Técnico que les vea muchos entrenamientos, ni compañeros en los que fijarse cada día de entrenamiento. No tienen charlas, coloquios y clinics con grandes árbitros de los que aprender.
En definitiva, los niños pueden aprender a un ritmo infinitamente mayor gracias a la formación que podemos adquirir los entrenadores (no digo que lo hagamos, que eso será Preocupaciones II), formación en muchos casos superior en técnica y táctica al del árbitro que les está pitando. Es decir, hay partidos en formación en el que los jugadores saben mucho más baloncesto que los árbitros y esto me preocupa y mucho!!!
Quiero pensar que los chicos jóvenes que se meten a arbitrar no lo hacen sólo por dinero. Conozco algunos casos en que es vocación, les gusta y disfrutan arbitrando (a esos habría que cuidarles y mucho) También conozco otros casos en que se incorporan al estamento por dinero, pero en el gremio de los entrenadores también los hay e igual que es nuestra labor reconducirles o invitarles a salir, con dichos árbitros debería ser lo mismo.
También hay otro punto y es la responsabilidad federativa en algunos casos. Cuando a un partido de mini muy complicado, que enfrenta a los mejores de la temporada pasada, que se sabe que tienen mucha tradición y juegan muy rápido y bien, mandan a un árbitro novato que es su tercer o cuarto partido, lo normal es que el pobre chico salga de allí pensando que para qué se ha levantado esa mañana.
Estoy de acuerdo en que nosotros somos culpables muchas veces de que los árbitros se frustren, deberíamos cuidarles más y no ser tan duro, vale, de acuerdo. Pero siendo un poco cruel, quién me ayuda a mi a entrenar de lunes a viernes? Por qué en un partido tengo que cuidar a un chico de 18 años que está pitando por 15€ y no él de mis niñas de 10 años que pagan 25€ al mes por jugar? Qué es más importante? La formación integral del niño de 10 años o la autoconfianza de un "casi" adulto? Ambas cosas, lo sé, pero a mi me importan más mis jugadoras, tendrá que haber gente que se preocupen por los otros, no?
En definitiva, esta crítica no es hacia el chaval que pita, que no se confunda la historia, es hacia el estamento que no le obliga a formarse, que le manda a partidos que le quedan grandes, y que no les hace el seguimiento necesario y adecuado para su formación. Señores responsables, por favor, formen antes de mandarnos a los pobres chicos y dejarnos a nosotros la responsabilidad de tratarles bien y ayudarles.
Gabriel S. Ramiro
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